sábado, 7 de abril de 2012

La Buena Nueva

Saludos, escasos lectores. Esta vez voy a hablar por primera vez en este blog, de un anime. Y si no lo han deducido del título, voy a hablar sobre Evangelion. Más precisamente de la seria televisiva, no voy a hablar de las películas.





Neon Genesis Evangelion es el mejor anime de todos los tiempos. Vale, esta no es una buena forma de empezar un post y la verdad es que yo no he visto suficientes animes como para que mi juicio sea confiable. Pero he visto Evangelion y nada puede superar esto. No solo es un buen anime, es una buena serie, es una buena historia, es una buena ficción.

El final del mundo ha llegado, Dios por fin ha decidido acabar con la humanidad. No lectores, no me he convertido en un fanático religioso. Esta es otra forma de empezar este post. Pero para seguir una tradición mía empezaré haciendo una breve introducción para los no familiarizados.

El anime producido en 1995 se sitúa en el 2015, en un futuro post-apocalíptico, después del 'Segundo Impacto' ocurrido en el 2000 (el 'Primer Impacto' sería el responsable de que se desprenda de la Tierra un fragmento que hoy conocemos como Luna) buena parte de la humanidad pereció. Los que sobrevivieron tuvieron que vivir un infierno y reconstruir la civilización humana desde las cenizas. La serie se sitúa en Tokio 3 la nueva capital de Japón, donde de pronto aparecen unas misteriosas y poderosas (muy poderosas) criaturas llamadas ángeles que empiezan a atacar la ciudad.

Al mostrarse inefectivas las armas convencionales contra los ángeles, la organización paramilitar conocida como Nerv recibe el permiso de la ONU para atacar con unas armas igualmente misteriosas y recientemente desarrolladas llamadas Evangelions o simplemente Evas. Éstas poderosas armas con apariencia humanoide de grandes proporciones solo pueden ser piloteadas por unos jóvenes adolescentes de 14 años, los 'elegidos'. La serie se centra en Ikari Shinji quien es el tercer elegido y se ve obligado a pilotear el Eva Unidad 01.





Pero a pesar de la apariencia de anime infantil tipo 'mecha' (creo que asi le llaman a los animes de robots gigantes), este es un anime fundamentalmente psicológico. Y la verdad me atrevo a decir que toda la acción (que no es mucha), toda la compleja mitología basada libremente en la mitología judeocristiana (y que aún hoy no acabo de entender) y la maraña de mentiras y conspiraciones que se van mostrando a lo largo de la serie son poco más que excusas para mostrarnos a algunos fascinantes personajes y sus traumas. Tanto es así que los dos últimos episodios de la serie son análisis psicológicos de los personajes, el verdadero final argumental se ve solo en la película. Tal vez esta sea una razón por la cual sea poco comprendida y no sea tan popular como otros animes, pero los que lo comprenden saben que es oro puro.


Ciertamente, lectores, en este anime tenemos algunos de los personajes más complejos y memorables que yo recuerde. Personajes con los que uno realmente se llega a encariñar e identificar, personajes que al final uno solo quiere ver felices. Vale aquí tenemos a otros tres amores platónicos para mi lista de amores platónicos, pero ese es otro tema. Como decía estos personajes están tan bien construidos que son psicológicamente consistentes, casi creíbles y esto en gran parte debido a la calidad gráfica de la serie.

Con respecto a la calidad gráfica, quisiera hacer notar un detalle. No solo está muy bien dibujada sino que los personajes nos hablan con sus movimientos, con sus gestos, con su lenguaje corporal. No es coincidencia que la serie tenga por momentos largos silencios y un ritmo bastante pausado, pues, esta actitud contemplativa sumado con unos muy cuidados movimientos de los personajes hacen que se sientan casi reales. Dentro de los límites del anime, los dibujos son tan realistas como pueden ser.

No quiero contar mucho del argumento (magistralmente tejido a lo largo de los episodios) por si alguno de ustedes, lectores, esta interesado en ver el anime, pero hay algo muy importante que me gustaría decir sobre el desarrollo de la historia y sobre los dos últimos episodios de la serie que por cierto me recuerdan mucho al episodio final de la cuarta temporada de Buffy la Cazavampiros (Restless). Temporada en donde incluso tenemos una organización paramilitar haciendo experimentos con fuerzas que no comprenden e incluso tenemos un Adam. Me pregunto si Joss Whedon habrá visto Neon Genesis Evangelion.

Pero bueno, a lo que iba. Hacia la mitad de la serie el tono del anime cambia bastante y se vuelve muy oscuro y triste. Mientras avanza los episodios, estos se vuelven muy melancólicos y angustiantes y parece que la esperanza se desvanece. Pero en el último episodio, en el último momento, al final asistimos a una revelación, una epifanía por parte de Shinji. Es esta, debo decir, una secuencia verdaderamente hermosa, un fragmento de sabiduría diría yo, que siempre me conmueve. Cuando vi esta serie yo estaba pasando por un momento difícil de mi vida y la verdad es que esta secuencia de la epifanía logró tocar una fibra en mí.

Al final, a pesar de todo el dolor, de toda la angustia, de toda la oscuridad, la serie tiene un final feliz. Al final la serie tiene una buena nueva, mensaje de esperanza pues si incluso alguien tan herido y traumatizado como Shinji puede tener esperanza, entonces tal vez nosotros también.

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